Si atendemos a la filosofía taoísta y a sus conceptos del yin y el yang, estas dos fuerzas son opuestas y complementarias a la vez, pues bien, un poco así son Iván y María y por eso que hacen tan buena pareja. Ella es serenidad y raciocinio, y él es puro nervio e ímpetu.
Su boda transcurrió al aire libre y al abrigo de enormes árboles que arroparon a los invitados en la ceremonia, el lugar escogido fueron los salones Ca Pareja una finca perfectamente integrada en el entorno en la que como fotógrafo de bodas pude disfrutar de una celebración llena de emociones, risas y mucha complicidad.