En esta ocasión me desplacé a la costa alicantina para hacer esta sesión de postboda, concretamente a la cala Baladrar, en Benissa. Un lugar que tiene mucho significado para César, Manuela y sus pequeños, los cuales nos acompañaron también en una tarde apacible la cual recordaremos todos por lo bien que lo pasamos.
Este lugar es increíblemente bonito y desprende una energía muy especial, la misma que esta familia para los que solo tengo palabras de agradecimiento por hacerme sentir tan bien a su lado, que privilegiado me siento de haberlos conocido.