Una sesión de comunión en el campo es lo ideal para que los niños disfruten mientras son fotografiados.
Para empezar es importante buscar un entorno en el que ellos puedan sentirse libres, no a todos les apetece que un desconocido los dirija y les de instrucciones de lo que han de hacer y cómo han de actuar.
Desde siempre he pensado, y cada vez me reafirmo más, en que antes que nada hay que entablar conversación con cada niñ@ e intentar conocerlo mejor, preguntarles acerca de sus aficiones y de sus sueños, y sobre todo dejarles bien claro que la sesión va a ser algo muy dinámico en lo que lo más importante es que ellos disfruten y se lo pasen bien.
Y tengo la satisfacción que, aunque en ocasiones me haya podido llevar algo más de tiempo, siempre he conseguido ganarme su confianza y que me vean como su compañero de juegos, creo que ahí radica el éxito de mi propósito.
Dicho esto os dejo con la dulce Blanca, un cielo de niña que gozó de lo lindo correteando de aquí para allá.